Esta soy yo...

Cuando nací era una bebé saludable, con un peso normal para mi estatura. A los 4 años seguía siendo una niña saludable con un peso igualmente normal, recuerdo que yo no era muy fanática de las verduras, aún hoy les aseguro que la cebolla, el ajo y las calabazas me siguen causando nauseas, pero bueno ya como adulta lo puedo controlar.

A mis 7 años ya se me notaban los kilitos de más pero creo que mis papás no le dieron importancia, al final de cuentas era solo una niña y como siempre dicen: “los niños se estiran”. Supongo que confiaron en que yo me estiraría como decían los dichos populares, desgraciadamente para mí no fue así, crecí siendo una niña gordita o al menos eso me decían.

Al llegar a la secundaria yo era una pre-adolescente acomplejada, con miedos como todos a esa edad. Después de que falleció mi abuelito caí en una depresión tremenda, en esa etapa somos muy vulnerables y bueno yo no fui la excepción, cada día lloraba, me sentía sola, fea, incomprendida y demás. Hasta ese momento no había tenido algún novio o novia, ni pretendientes, nada.

Pasé a la preparatoria y en esa etapa yo no era capaz de comprar ropa que reflejara mi edad, mis papás siempre me dijeron que no había ropa de mi talla porque era muy gordita y me la creí. Mi ropa la mandaban a hacer especial pero ahora que veo esa ropa era de señora, no era de una jovencita de 15 o 16 años, no estaba ni a la moda. En esta época mis amigas fueron de muchísima ayuda para que yo no cayera en una depresión como la de la secundaria. Siempre me repetían que yo era bonita, que solo no había llegado la persona adecuada para mí. Yo seguía sin creérmelo, creía que era fea por ser gordita y lo peor de todo es que seguía subiendo de peso, o al menos eso creía yo. Con todo y el apoyo de mis amigas caí por muy poco tiempo en las garras de la bulimia (por una semana) pero debo decirles que me sentía bien vomitando, pero al final uno se siente tan débil, de verdad que no lo recomiendo…por favor por nada del mundo hagan esto!!

En cuanto a la ropa una tía fue la que me hizo darme cuenta de que si había ropa de mi talla, a mis 16 años usé por primera vez ropa juvenil y sacada de una tienda , aún lo recuerdo y creo que hasta la conservo en algún cajón de mi cuarto, era una camiseta negra con un texto en rojo, algo de un campamento y un pantalón de mezclilla medio acampanado con tonos rosas y morados y botones en lugar de cierre.

En esta etapa me gustó un chico y por fin me animé a decírselo al chico en cuestión, para mi desgracia el chico me dijo que no y obvio yo se lo achaque a que yo estaba gorda y fea, mis amigas me animaron y para mi sorpresa no me sentí tan mal. Con el paso del tiempo descubrí que ese chico me había dicho que no por la simple razón de que era gay pero bueno esa es otra cosa. Salí de la preparatoria sin pretendientes ni nada.

En el inter entre la preparatoria y la universidad hice ejercicio de manera intensa y dieta, bajé casi 10 kilos en tres meses. Al entrar a la universidad me sentía otra pero bueno, la falta de tiempo para hacer ejercicio y la mala alimentación me hicieron regresar a mi peso anterior de 80 kg (mido 1.63 m.) Siempre dije que ese sería mi peso límite y por nada del mundo rebasaría los 80kg. En esta etapa probé con una dieta que saque de un libro del que luego les hablaré, la dieta a mí no me funcionó ya que me descompensaba bastante por lo extrema que es, desde mi punto de vista.

Poco a poco a pesar de mi obesidad me fui quitando el complejo de que era la razón por la cual no tenía pareja, comencé a conocer gente, a salir, a hacer amigos de todo tipo y fue cuando por fin me di cuenta de que podía tener pretendientes, yo le gustaba a la gente!!! ¿Que hacía yo? ¡¡Ser yo misma y ya!! El tiempo que duré con esta persona no tiene nada que ver con mi físico, solo no era nuestro momento. Así que debemos sacarnos de la cabeza eso de que no nos van a querer por tener llantitas. Hay a quienes les gustan las personas flacas y hay a quienes les gustan personas más rellenitas y hay quienes se enamoran del alma y no de los cuerpos.

Saliendo de la universidad me mantuve más o menos en ese peso de 80kg y bueno estando en casa trataba de cuidar lo que comía. Para cuando entre a trabajar comencé a ganar aún más peso ya que no falta quien te invitara alguna botana, un dulce o que salgan a comer garnachas o comida rápida pero bien o mal no gane tanto peso, al menos al principio.

Hoy les cuento que ya llegué a los 100 kg, es algo que me avergüenza demasiado pero estoy decidida a  cambiarlo, a hacer algo por mi. Debo olvidarme de las dietas milagro, no existen, no hay nada que me haga perder peso de manera saludable en dos meses.

Hay que recordar que todo este peso lo hemos ganado a lo largo de mucho tiempo así que eso mismo nos va a costar bajarlo. Y solo hay dos cosas que nos ayudarán: el ejercicio y la dieta. Yo no soy nutrióloga ni doctora ni algo similar, solo soy una mujer que ha probado muchísimas cosas y he notado que la dieta y el ejercicio me funcionan. ¿Qué me da flojera hacer ejercicio? Si, mucha!!! ¿Qué es complicado seguir una dieta? Si, demasiado!!! Pero tenemos que hacerlo!! ¿Qué ya hay cirugías que me ayudaran a perder peso? Si, las hay pero la idea es que yo debo aprender a comer, y la cirugía no me lo va a enseñar!!!

Mi papá es médico y siempre me habló de los riesgos de mi obesidad, jamás le quise hacer caso. No me dolía nada, podía caminar, había ropa de mi talla, tenía pareja…¿que de malo había en mi obesidad? Ahora a mis 26 años soy hipertensa, soy prediabética, mis rodillas truenan cada que subo o bajo escaleras, me agito cuando voy caminando y hablando por teléfono y no quiero que mi lista de problemas siga creciendo ya que no quiero destinar mi vida y mi dinero a mantener mis enfermedades. Si logro bajar a mi peso ideal (entre 55 y 60 kg) podré dejar de tomar medicinas para mi hipertensión y ver que tal funciona mi organismo. 

Espero lograr mi meta y espero que ustedes al igual que yo lo logren.