Soy Laura y esta es mi historia...
Tengo 26 años y actualmente peso 80.9 Kg., con una estatura de 1.65 mts. eso es un problema.
La verdad es que yo no pasé toda mi vida siendo “gordita”, yo siempre fui una niña muy hiperactiva, corría, jugaba, saltaba, en fin… siempre tenía energía de sobra.
En mi pubertad y parte de mi adolescencia hacía mucho ejercicio, jugaba tenis, tenía clases de natación, tae kwon do, iba de campamentos con los scouts, hacíamos lo que hoy llaman “senderismo”, rapel, balseadas…. Bueno, el punto es que mi vida era muy agitada.
Siempre he sido una persona “de buen comer”, viniendo de una familia con raíces poblanas creo que es difícil no serlo, mi abuelita Guille (mamá de mi mamá) siempre ha sido fabulosa en la cocina, bueno, no tanto como mi bisabuela Vivis (mamá, de la mamá de mi mamá… se entiende el punto ¿no?). El caso es que ellas siempre han estado dedicadas a la cocina, y por tanto la manera de mostrarte afecto, es cocinando lo que te gusta. De este modo desarrolle un gusto peculiar a la comida, aunque para ser totalmente honesta no siempre fue así.
De niña solía ser muy difícil darme de comer, prefería jugar que comer, recuerdo las peleas con mi mamá por no querer comer, y también la recuerdo diciéndome: “Ay Laurita, ¿Qué voy hacer cuando descubras la comida?”, en realidad me sigue recordando que ella me lo advirtió.
Mi problema principal se presentó después de un accidente que tuve, pues en un inicio con tanta actividad podía comer lo que me daban sin preocuparme de nada, pero después de un campamento, mi vida dio un giro de 180 grados.
No les daré muchos detalles aburridos sobre cómo me lastimé, el punto es que producto de una caída tuve un desprendimiento en la rótula derecha, es decir, “se me fue pa’ rriba”, me inmovilizaron la pierna y me dejaron oficialmente fuera de las actividades del campamento… o eso creyeron.
Con 14 años de edad era muy necia, al día siguiente de mi accidente era el evento principal, un descenso a rapel por una catarata, y claro, yo pensé, ¿viaje tan lejos para perderme el mejor evento?, la respuesta fue un rotundo no. Claro eso complicó mucho mi situación, y de regreso a casa la cosa no mejoró, fue el inicio de una interminable visita a doctores y hospitales. Obviamente mi vida ajetreada terminó en cama viendo televisión, películas, leyendo, en general haciendo todo lo que antes no hacía, pero lo único que no cambió fue…. la comida.
Siempre que alguien llegaba a visitarme traía postres o dulces, gelatinas, flanes, creo que eso es lo habitual para un enfermo. Pero mi caso no mejoró.
Pasé años buscando quien me pudiera ayudar con mi problema de rodilla, pues poco a poco el caminar mal fue afectando mi otra pierna, así que ahora tengo una lesión en ambas piernas, y las cosas seguían empeorando.
Después de muchos estudios, descubrieron que tengo un síndrome que denominaron como “sobre flexibilidad de tendones” ahora tenía sentido porque nunca me fracture un hueso, pero por que todo se me zafaba.
Trate muchas veces de regresar a mis actividades, pero siempre algo pasaba, me disloque el hombro, los tobillos, las muñecas, los dedos, una lesión en el cuello, me lastimé la espalda. Parecía todo estar en mi contra, hasta que un día finalmente, me rendí.
Hoy sé que estoy dentro de un terrible círculo, no puedo hacer ejercicio por mi peso, y no bajo de peso por que no hago ejercicio.
La crisis que sufrí por no aceptar los cambios que la vida me tenía planeados los estoy pagando ahora, sigo estando muy lejos de poder volver a tener la actividad que tenía, busqué refugio en la escuela y el trabajo, incluso lo usé de pretexto para no volver a hacer ejercicio, pero la realidad es que me da mucha rabia no poder hacer lo que antes hacía.
Con el tiempo y la ayuda de personas maravillosas que han cruzado en mi camino, descubrí que la única limitante soy yo.
Por muchos años me auto compadecí, y pensé que eso debía pasarme, pero ya no quiero estar así, quiero mi vida de vuelta y estoy decidida a recuperarla. Debo aprender a aceptarme con mis defectos y virtudes, pero sobre todo tengo que aprender a cuidar de mi cuerpo. Tal vez nunca pueda hacer lo mismo, pero daré mi mejor esfuerzo.
En esta nueva senda que hoy he decidido tomar, comprendo que mi relación con la comida y el ejercicio debe cambiar, tengo mucho que aprender, pero sobre todo tengo que encontrar el balance adecuado para estar en armonía conmigo misma.
ESto es un problema que atañe a la mayor parte de la humanidad, nos dejamos llevar por lo moderno, nos atrae en demasía, dando paso al; "tengo derecho a disfrutar lo que la vida me dá" o "un gusto no está por demás" "me lo merezco". Pero hay algo muy cierto y que conocemos desde tiempos muy antiguos, aquella frase célebre del padre de la medicina Hipócrates "Que la comida sea tu alimento y tu alimento sea tu medicina" cuando comprendamos y apliquemos esta frase..... tendremos una vida MEJOR
ResponderEliminarGracias por tomarte el tiempo de dejarnos tus comentarios.
EliminarCreo que tienes razón, es por esto que decidimos crear este blog, la intención es cambiar nuestras acciones para tener una vida plena y saludable.
Deseamos aprender a vivir mejor, y si contando nuestras historias logramos que más personas se unan a nuestro proyecto y decidan cambiar su vida, que mejor.
Espero que sea de tu agrado nuestro contenido, todos los comentarios son bienvenidos. Saludos.